Barrer la carretera
Es una alegoría intensa de la vida y de las renuncias a las que nos vemos obligados. Se adentra en el universo de las desgracias personales y de la imposibilidad de ser feliz. Enrique Galindo presenta en su historia a una mujer perdida en su tristeza, resignada a aceptar su lamentable destino, y a callar los dolores que solo el corazón soporta. Partiendo de una metáfora bella y atractiva, el relato ganador se adentra en los sentimientos y en la realidad más oscura de la España rural, donde priman los prejuicios y las apariencias, y que se convierten en grilletes que impiden avanzar hacia la felicidad. El final, trágico e inesperado, se torna, sin embargo, en una liberación para la protagonista.
Mater feminus - Fragmento.
Trajeron al niño los familiares. A la madre la tuvieron que arrastrar y dejó jirones de sus ropas entre barro y piedras. Cuatro de los ayudantes, además del comisario, fueron necesarios para hacer presentes a los reos ante la defensa de la fe que Nos representamos. El niño, ese demonio viviente, fue porteado por los pies por uno de los guardias, mientras que otros dos sujetaban los brazos. La cabeza colgaba oscilante, flagelando el aire y a los agentes. La madre aullaba como perra, parca en fuerzas. Tenía la tez rojiza, tal vez debida al calor que promueve el trato con seres infernales, causa de su presencia ante este alto Tribunal.La mujer quedó derrotada en el suelo cuando la soltaron. Los familiares se amasaron los brazos, necesitados de recobrar la sangre dormida en el esfuerzo, pero no se retiraron, prestos al amarre si fuera preciso. Con la criatura solo se pudo tumbarlo en las piedras frías, sin soltarle los miembros y con la cabeza presa por dos guardias. Esperamos todos con la tensión sobre la frente hasta que el cansancio dio lugar al lamento y los gritos se apaciguaron; al menos los de los presos, no así los jadeos de los guardianes que esa jornada si se ganaron el salario.
La conferencia de la Muerte - Fragmento.
El exclusivo Club de los Siete Sietes se hizo un nombre en la sociedad política y librepensadora del momento a base de actividades inusuales, a la misma vez que elitistas, poniendo en relieve los más candentes temas y controversias de la civilización: religión, conflicto étnico, holocausto, aborto, homosexualidad…. Para ello invitaba a los mejores y más exclusivos conferenciantes: artistas de la palabra y el pensamiento, a las más variadas e inusitadas charlas o mesas redondas. Don Genaro fundó la entidad con la complicidad y apoyo del gobierno central y una entidad bancaria estratégicamente elegida.La expectación subió al más alto nivel al conmemorar su séptimo aniversario y anunciar su conferencia estrella, que llevaría por título «Disertaciones sobre la Muerte». El conferenciante invitado sería su apuesta más arriesgada: La Muerte.
Chocolate - Fragmento
Ni lo soñé me desperté transformado. Más bien fue algo progresivo, lento y embaucador. Lo que no recuerdo es cuando comenzó aquel sabor -exquisito, por cierto-, a hacerse presente, a avanzar como primera línea de ejército napoleónico hasta conquistarlo todo.
El precio que tuve que abonar por la invasión fue peor: la pérdida de sabores, de instantes y riquezas paladeando la vida, de anhelos esperados en forma de manjares, desde un plátano hasta un beso, pasando por el instante sublime del vino en los labios y el juego de relames que deja una tarta de fresa y nata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario