martes, 25 de abril de 2017

Biografías

Autor español, Eduardo Mendoza cursó estudios de Derecho en Barcelona, completando su formación más tarde en Londres, donde se especializó en Sociología. Tras trabajar en el sector bancario, Mendoza decidió trasladarse a Nueva York, donde fue traductor en la ONU.
En 1975, todavía en Estados Unidos, vio la luz su primera novela, La verdad sobre el caso Savolta, obra con la que logró un gran éxito entre los círculos intelectuales, recibiendo el Premio de la Crítica.
Su segunda novela, El misterio de la cripta embrujada, apareció en 1979, mostrando ya ese estilo tan peculiar de Mendoza en el que mezcla elementos propios de varios géneros -como la novela gótica, la ciencia ficción o la novela negra-, junto con un particular sentido del humor, la sátira y la parodia, como ha repetido en varias ocasiones posteriores, como en Sin noticias de Gurb, publicada por entregas en El País.
De vuelta a España, Mendoza ejerció la docencia en la Universidad Pompeu Fabra, donde impartió clases sobre traducción. Además, Mendoza es un colaborador habitual de numerosos medios de comunicación, como El País, donde ha mantenido una columna durante años. Varias de sus obras han sido adaptadas al cine con gran éxito, como La ciudad de los prodigios o El año del diluvio.
Su personaje principal, interno de un manicomio y adicto a la Pepsi, que había surgido en La verdad sobre el Caso Savolta, reaparece en otras obras suyas como El laberinto de las aceitunas y La aventura del tocador de señoras, sirviendo de vínculo en éstas.
En 2010 resultó ganador del Planeta, el premio mejor dotado en lengua española, por su novela Riña de gatos, y en 2015 recibió el Premio Kafka, uno de los más prestigiosos de Europa, siendo el primer español en recibir dicho galardón.

Crítica

Por Dios, qué risa! Eduardo Mendoza extrema su agudeza narrativa en esta original novela, descaradamente sarcástica y de ingeniosa actualidad ccsdpkm.
¿Cuál puede ser el resultado de mezclar mitología, fábula, magia y superstición;  de desafiar el rigor histórico y la religión reuniendo en Nazaret a un filósofo del Imperio Romano en busca de la sabiduría y la certeza con un carpintero llamado José, su esposa María y su hijo Jesús; de parodiar la novela policíaca y convertir al filósofo en detective; y de sumar al imaginario colectivo la inteligente irreverencia del autor de La aventura del Tocador de Señoras? 
El resultado es una inverosímil ficción llena de ironía que además de hilarante, es sorprendentemente crítica. Desde la perspectiva de la inocencia y la ingenuidad y también desde el sentido común disfrazado de sabiduría y fría lógica Eduardo Mendoza pone de manifiesto lo absurdo de las pasiones y vicios humanos, los instintos primarios vertidos en una sociedad aparentemente estructurada y normativa. Y así, atemporales, universales e increíblemente vigentes son las referencias al descontento social, al divorcio entre gobernantes y gobernados, a los poderes dispuestos a invertir en la violencia ajena o sencillamente a la especulación inmobiliaria.
Un humor jocoso y mordaz impregna esta novela que cuenta el intento por salvar de la crucifixión a un humilde carpintero acusado del crimen de un rico ciudadano. Pomponio Flato, el romano con flatulencias que intenta llevar a cabo las averiguaciones, es sin duda toda una declaración de intenciones en sí mismo. Pero no podemos dejar de mencionar también las diatribas y peroratas provocadas por los encuentros con Apio Pulcro, el tribuno corrupto al que acompaña cuando se ve inmerso en la investigación, con Lázaro, el mendigo tullido e informador, con Zara la samaritana prostituta y el resto de comparsas como el tonto soldado Quadrato, Mateo, el subversivo hijo de la víctima, o el mismo niño Jesús, el hijo del carpintero, claro está.
¿Cómo se puede decir tanto en tan pocas líneas con tanta elocuencia? ¿Cómo puede uno reírse de todo y de todos, incluso del propio género, con tanta elegancía?

la mujer de verde - Indridason Arnaldur

Crítica -

Corren buenos tiempos para la literatura nórdica de suspense. El sueco Stieg Larsson es el autor de moda y los títulos de su trilogía Millenium ocupan los primeros puestos de ventas. También Henning Mankell alcanza cifras millonarias. Y probablemente el islandés Arnaldur Indridason (Reykiavik, 1961) sea el tercer nombre de este triunvirato de excelentes autores del hielo. La lectura de La mujer de verde me ha cautivado tanto como aquel El demonio vestido de azul de Walter Mosley hace casi veinte años. Y el inspector Erlendur me ha seducido tanto como Rawlins, pues un autor de novela negra nos secuestra en tanto en cuanto logra crear un personaje que trasciende la trama de cada título. Ahí están Sam Spade, parido por Hammett; mi amado Philip Marlowe (Chandler); Kurt Wallander (Mankell)y ahora el Sveinsson de Indridason.

La mujer de verde cuenta el esclarecimiento de un asesinato cometido hace más de 50 años. Reykiavik se está expandiendo y en una de las excavaciones unos niños encuentran una costilla humana. El caso llega a manos del inspector Erlendur, y la resolución se antoja un tanto compleja, pues el tiempo ha borrado cualquier indicio. Erlendur deberá recopilar la máxima información sobre los terrenos, que sirvieron de campamento de soldados ingleses y americanos en la Guerra Mundial. Pero, además, Erlendur tiene que encontrar a su hija Eva, una joven drogadicta que le ha llamado pidiendo auxilio. Ambos asuntos se solventan satisfactoriamente, pero en esta obra las normas del género se pulverizan y, felizmente, el “asesino” queda sin castigo.

La resolución de un enigma, por lo general un asesinato, es el motor de toda novela negra que se precie, pero en el caso de Indridason incluso llegamos a olvidarnos del asunto argumental. Su riqueza narrativa, el cuidado y sutileza con que describe los detalles más nimios, el interés de las subtramas y, sobre todo, la caracterización de Erlendur, un genuino anti-héroe, son más propias de un buen escritor que de un maestro del género. No en vano la verdadera resolución del caso se sustancia en las últimas páginas, de forma vertiginosa, atrapándonos en un laberinto de confesiones que nos lleva de sorpresa en sorpresa. Para ello debe retrotraerse 50 años hasta el momento del asesinato, en una de las escenas más espeluznantes que recuerdo, tal vez sólo comparable a la de aquella aterradora violación de Temple Drake en Santuario de Faulkner. Uno diría que para Indridason la trama detectivesca no es sino la excusa para narrar asuntos como la violencia de género y la brutalidad familiar.

La traducción, a cargo de Enrique Bernárdez es soberbia, logrando trasmitir la agilidad y frescura del original.
 
JOSÉ ANTONIO GURPEGUI

Lavoz del mar

 
    SÍNTESIS
 
   
    Con los sueños rotos y la resistencia al límite, Celia busca el abrazo envolvente de las olas, pero las aguas no ahogan el recuerdo. La voz del mar revive sin piedad el amor y los desencuentros; las marcas imborrables de una convivencia devastadora, que termina desposeyéndola de la única razón que la animaba a seguir viva: su hija. Y el mar se convierte para ella en la única posibilidad de liberación.
    La voz del mar es una novela de destrucciones y de pérdidas, de naufragios y de huidas, que pone de manifiesto las consecuencias del materialismo imperante en nuestra sociedad de consumo, capaces de remover los cimientos más profundos de la existencia humana. 



Leer más: http://www.consolaciongonzalezrico.com/novelas-publicadas/

Los viajes de Gulliver

Reseña
Los viajes de Gulliver (en inglésTravels into Several Remote Nations of the World, in Four Parts. By Lemuel Gulliver, First a Surgeon, and then a Captain of Several Ships,2 o de forma abreviada Gulliver's Travels, 1726, modificada en 1735) es una sátira en prosa3 4 del escritor y clérigo irlandés Jonathan Swift,5 que es a la vez una sátira sobre la naturaleza humana y el subgénero literario de los "relatos de viajes". Es la obra de narración larga más conocida de Swift, y un clásico de la literatura en inglés.
La obra se considera un clásico de la literatura universal y ha inspirado numerosas adaptaciones y versiones. El libro se volvió famoso tan pronto como fue publicado; John Gay dijo en una carta en 1726 a Swift que «es universalmente leído, desde el Gabinete del Consejo hasta la guardería»;6 desde entonces, nunca ha dejado de imprimirse.

Parte I: Viaje a Liliput[editar]

4 de mayo de 16997  – 13 de abril de 17028
Mural representando a Gulliver rodeado por los ciudadanos de Liliput.
El libro comienza con un pequeño preámbulo en el que Lemuel Gulliver, en el estilo de los libros de la época, da una pequeña reseña sobre su vida e historia antes de sus viajes. Cuenta su procedencia, sus estudios y sus aficiones; entre ellas la de los viajes. Se establece como médico, pero ante las dificultades económicas decide embarcarse para mejorar su situación.
Su primer viaje, como cirujano de a bordo, es en el Antílope, que zarpa de Bristol en mayo de 1699. En las cercanías de la Tierra de van Diemen (actual Tasmania) el navío naufraga y Gulliver llega a la costa después de nadar, cae en la playa y se queda dormido.
Al despertar, descubre que ha sido hecho prisionero por una raza de personas de un tamaño doce veces menor que un ser humano, es decir de menos de 15 cm de altura, habitantes del país isleño de Liliput.
Después de prometer un buen comportamiento, obtiene la libertad y se convierte en el favorito en la corte. Desde este momento, el relato recoge las observaciones de Gulliver en la Corte del soberano de Liliput, modelada sobre la contemporánea de Gran Bretaña. También se le autoriza a caminar por la ciudad con la condición de no dañar a los súbditos.
Se menciona entonces una guerra que Liliput sostiene con un estado rival; Blefusco, cuyos habitantes son del mismo tamaño que los liliputienses. La narración satiriza los conflictos religiosos de la Europa de la época. Gulliver interviene apresando, merced a su gran tamaño, la flota enemiga; esto le vale la concesión de un título honorífico. Sin embargo, cae en desgracia al negarse a convertir a Blefusco en una mera provincia de Liliput, disgustando al rey y a la corte. Acusan a Gulliver de traición por, entre otros delitos, "hacer aguas menores" en la capital, aunque estaba apagando un fuego y salvando así numerosas vidas. Le enjuician y condenan a ser cegado, pero con la ayuda de un buen amigo, Gulliver consigue escapar hasta Blefusco. Aquí arregla un bote abandonado y consigue ser rescatado por un barco que lo lleva de vuelta a su hogar.

Parte II: Viaje a Brobdingnag[editar]

20 de junio de 17029  – 3 de junio de 170610
Gulliver exhibido al granjero de Brobdingnag, por Richard Redgrave.
Inquieto, Gulliver emprende de nuevo viaje. Cuando el barco Adventure es desviado por las tormentas y forzado a ir a una isla en busca de agua dulce, el grupo de desembarco es perseguido por seres de gigantesca estatura. Gulliver, abandonado por sus compañeros, huye hasta un campo de cereal y allí es encontrado por un granjero perteneciente a esta raza, de 22 metros de altura: la escala de Brobdingnag es alrededor de 12:1, en comparación con la de Liliput que era 1:12, a partir del cálculo que hace Gulliver de que el paso de un hombre era 10 yardas (9m). El granjero lo lleva a su casa y su hija, Glumdalclitch, cuida de Gulliver. El granjero lo trata como una curiosidad y lo exhibe por dinero.
De este modo Gulliver recorre el país, que lleva el nombre de Brobdingnag, aislado del resto del mundo por grandes montañas. En su viaje a través de Brobdingnag, llegan a la capital: Lorbrulgrud y el espectáculo es presentado en la Corte. La Reina, fascinada por la personalidad de Gulliver, lo compra para llevárselo como favorito. Los espectáculos constantes han enfermado a Lemuel, y por eso el granjero lo vende a la reina. La hija del granjero (que acompañaba a su padre mientras exponía a Gulliver) entra al servicio de la reina para cuidar del enano.
Como Gulliver es demasiado pequeño para usar sus sillas, camas, cuchillos y tenedores, la Reina manda construir una pequeña casa en la que puede ser transportado de un lugar a otro; se le llama su "caja de viaje". El viajero queda expuesto a diversas aventuras en razón de su pequeño tamaño, como la lucha contra avispas gigantes y que un mono lo lleve al tejado; mientras, discute el estado de Europa con el rey. El rey no está muy contento con los relatos que hace de Gulliver sobre Europa, especialmente al conocer el uso de rifles y cañones.
En una excursión a la costa, la "caja de viaje" es atrapada por un águila gigantesca que termina soltándola sobre el mar, de donde es rescatado por un navío con el que retorna a Inglaterra.

Parte III: Viaje a Laputa, Balnibarbi, Luggnagg, Glubbdubdrib y Japón[editar]

5 de agosto de 170611  – 16 de abril de 171012
Gulliver descubre Laputa, la isla voladora (ilustración de J.J. Grandville.)
Emprendiendo un nuevo viaje, el barco de Gulliver es atacado por piratas y es dejado a la deriva cerca de una desolada isla rocosa cercana a la India. Afortunadamente es rescatado por la isla flotante de Laputa, un reino dedicado a las artes de la música, las matemáticas y la astronomía pero absolutamente incapaz de utilizarlas de modo práctico.
El método de Laputa de tirar rocas sobre las ciudades rebeldes parece también una de las primeras veces en las que el bombardeo aéreo fue concebido como un método de guerra. Gulliver visita Balnibarbi, el reino gobernado desde Laputa, como un invitado de un cortesano de baja graduación y ve la ruina provocada por la búsqueda ciega de la ciencia sin resultados prácticos en una sátira sobre la burocracia y la Royal Society y sus experimentos.
En la Gran Academia de Lagado, se invierten enormes recursos en investigaciones totalmente ridículas como extraer rayos de sol de pepinos, ablandar el mármol para usarlo como almohadas, aprender cómo mezclar pintura por el olfato, y descubrir conspiraciones políticas examinando los excrementos de personas sospechosas (véase Muckraker).
Gulliver es llevado entonces a Maldonada, el puerto principal, para esperar a un mercader que lo pueda llevar a Japón. Mientras espera el pasaje, Gulliver hace un pequeño viaje a la isla de Glubbdubdrib, dónde visita la vivienda de un mago y habla de historia con los fantasmas de hombres célebres, metáfora del tema de los «antiguos contra los modernos» en el libro. También se encuentra con los struldbrugs (en Luggnagg), inmortales aunque desfortunadamente no jóvenes por siempre, al contrario, viejos y con las enfermedades de la vejez y a los que se considera legalmente muertos a los ochenta años de edad. Después de alcanzar Japón, Gulliver pide al Emperador que le exima de pisotear el crucifijo, ceremonia impuesta a los extranjeros, a lo que el monarca accede. Gulliver vuelve a casa determinado a pasar allí el resto de sus días.

Parte IV: Viaje al país de los Houyhnhnms[editar]

7 de septiembre de 171013  – 5 de diciembre de 171514
Gulliver discutiendo con Houyhnhnms (ilustración de 1856 por J.J. Grandville.)
A pesar de su intención de quedarse en su hogar, Gulliver vuelve a la mar como el capitán de un mercante de 35 toneladas ya que se aburre como cirujano. En este viaje se ve forzado a encontrar a añadidos a su tripulación, y cree que estos nuevos tripulantes vuelven contra él al resto de la tripulación. Estos se amotinan y, después de mantenerlo a bordo contra su voluntad, deciden dejarlo en el primer pedazo de tierra que ven y continuar su viaje como piratas. Es abandonado en un bote salvavidas y llega primero ante una raza de lo que parecen horribles criaturas deformes a las que concibe una antipatía violenta. Pronto conoce a un caballo hablador y se da cuenta de que estos animales -en su lenguaje Houyhnhnm, que quiere decir de naturaleza perfecta- son los gobernantes y las deformes criaturas llamadas Yahoos, son seres humanos salvajes.
Gulliver se convierte en miembro de la compañía de los caballos y llega tanto a emular como a admirar a los houyhnhnms y su estilo de vida, rechazando a los humanos como seres dotados de una apariencia de razón que sólo utilizan para exacerbar los vicios que la Naturaleza les dio. Sin embargo, una asamblea de los houyhnhnms decide que Gulliver, un yahoo con algo de razón, es un peligro para su civilización y es expulsado. Es rescatado, contra su voluntad, por un barco portugués, y se disgusta al ver que el capitán Pedro de Méndez, un yahoo, es una persona generosa, cortés y sabia.
Vuelve a su hogar en Inglaterra. Sin embargo, es incapaz de reconciliarse con la vida entre los "yahoos" humanos y se convierte en un ermitaño, que