Argumento
La novela anticipa el desarrollo en tecnología reproductiva, cultivos humanos e hipnopedia que, combinadas, cambian radicalmente la sociedad. El mundo aquí descrito podría ser una utopía, aunque irónica y ambigua: la humanidad es desenfadada, saludable y avanzada tecnológicamente. La guerra y la pobreza han sido erradicadas, y todos son permanentemente felices. Sin embargo, la ironía es que todas estas cosas se han alcanzado tras eliminar muchas otras: la familia, la diversidad cultural, el arte, la ciencia, la literatura, la religión y la filosofía.capítulos 1–6
Los dos personajes (cuyos nombres hacen alusión al soviético Lenin y al padre del comunismo Karl Marx) presentan puntos de vista opuestos de esta sociedad. Lenina es la perfecta ciudadana, feliz y "neumática", conforme con su comportamiento, cumpliendo su función en la sociedad, que se relaciona con cuantos hombres le sea posible, pero bastante incapaz de ejercer su libertad de pensamiento; ella no reconoce su amor por el "Salvaje", como un conflicto emocional con su acondicionamiento.
Por oposición, Bernard Marx tiene algo del forastero, intelectualmente más listo que los demás (alfa-plus) -su inteligencia hace que no responda al condicionamiento-pero físicamente es más pequeño que el Alfa promedio, se enfrenta (o al menos cree enfrentarse) a problemas sociales incluyendo el rechazo social por parte de las mujeres de su casta y falta de respeto por parte de las castas inferiores. Como resultado, se ha convertido en un inadaptado social, avergonzado cuando trata de propiciar citas con mujeres, desinteresado por los deportes, prefiere ser miserable que tomar soma y a menudo expresa opiniones de inconformismo. El comportamiento inaceptable de Bernard lo mete en problemas con su jefe, el Director del Laboratorio de incubación y Acondicionamiento. Sin embargo, Bernard obtiene permiso para visitar la Reserva Salvaje, donde lleva a Lenina.capítulos 7–9
La segunda mitad de la novela comienza con la visita a la reserva. Es aquí donde se presenta el otro protagonista principal de la novela. John el Salvaje es el hijo de dos ciudadanos del Mundo Feliz (es el resultado de un error accidental en el método anticonceptivo). Pronto se verá que su padre no es otro que el jefe de Bernard; éste estaba de visita en la reserva cuando su madre se perdió; quedándose allí sola, dio a luz a John. Él creció con el estilo de vida de la tribu de los zuñi (indios Pueblo, poblaciones sedentarias que habitan en el sudoeste de los Estados Unidos), y su religión, que es una mezcla entre creencias zuñi y cristianas. Sin embargo, también recibe la influencia de la educación que le da su madre (quien le enseñó a leer) y del descubrimiento de las obras de William Shakespeare. El choque cultural que resulta cuando el "salvaje" es llevado a la sociedad del "Mundo Feliz", como lo llama inicialmente, provee un conducto para que Huxley compare los valores de la sociedad con los nuestros y señala los mayores defectos de la sociedad del Mundo Feliz.
El punto clave de carácter moral del libro gira alrededor de dos problemas diametralmente opuestos. El primero, y el más obvio, es que para asegurar una felicidad continua y universal, la sociedad debe ser manipulada, la libertad de elección y expresión se debe reducir, y se ha de inhibir el ejercicio intelectual y la expresión emocional. Los ciudadanos son felices, pero John el Salvaje considera que esta felicidad es artificial y "sin alma". En una escena crucial discute con otro personaje, el Interventor Mundial de Europa Occidental Mustafá Mond, sobre el hecho de que el dolor y la angustia son parte tan necesaria de la vida como la alegría, y que sin ellos, poniéndolo en perspectiva, la alegría pierde significado alguno.
El segundo problema presentado en la novela es que la libertad de elección, la inhibición de la expresión emocional y la búsqueda de ideas intelectuales resultan en la ausencia de la felicidad. Este problema se muestra en principio a través del personaje de Bernard, pero también a través del comportamiento de John en las fases finales de la novela. Incapaz de suprimir por completo su deseo hacia Lenina, que considera inmoral, y preso del remordimiento por ser incapaz de expresar su dolor ante la muerte de su madre, busca aislarse de la sociedad.
capítulos 10–18
En el último capítulo, Bernard Marx y su amigo Helmholtz Watson van al exilio en las islas, pero no se le permite al Salvaje ir con ellos. En cambio, encuentra un viejo faro en la zona rural de Inglaterra y se establece allí. Intenta iniciar una nueva vida como un ermitaño, incluyendo un régimen de mortificación de la carne y autoflagelación. Desafortunadamente, al ser ahora una celebridad, es acosado constantemente por los paparazzi. Finalmente, después de un video de él autoflagelándose, los visitantes llegan en mayores cantidades, entre ellos Lenina, y sucumbe a una orgía de sexo y soma. La mañana siguiente, presionado por el dolor, el remordimiento y la desesperación, se suicida.
En otros temas, el libro ataca la producción del ensamblaje en línea como humillante, la liberación de la moral sexual calificándola como una afrenta contra el amor y la familia, el uso de eslogans, el concepto de un gobierno centralizado, y el uso de la ciencia para controlar los pensamientos y acciones de la gente. Huxley ataca a la sociedad consumista y capitalista: en la novela, el fundador legendario de la sociedad fue Henry Ford, el desarrollador de autos creador del sistema de la línea de montaje, de hecho Ford es el dios de esta sociedad. La letra T (una referencia al Modelo T de Ford) ha reemplazado la Cruz cristiana como un símbolo casi religioso.
El título del libro es una cita de Miranda en el acto V de la obra La Tempestad de Shakespeare, cuando ella conoce por primera vez otra gente diferente a su padre. John el Salvaje es un fuerte fanático de Shakespeare, el cual lo ubica en un rango superior a la mayoría de la distópica humanidad de Huxley. Al igual que la mayoría del pasado artístico y logros culturales, las obras de Shakespeare son archivadas y desconocidas en esta sociedad, excepto por los controladores mundiales.
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